lunes, 19 de julio de 2010

Ha pasado un tiempo... ya son 37k

Pues sí. Hacía tiempo que no escribía. La verdad es que se me juntaron muchas cosas: exámenes de idiomas, trabajos del máster y cómo no, mi propio trabajo. Todo eso combinado con caminar por las mañanas, seguir la dieta, salir con los amigos, hacer algún viajecito en fin de semana... y bueno, la verdad es que el resultado es increíble. Aun estoy en Fase 2, pero ya peso 75,5, o sea.. que he perdido 37 kilos desde el 15 de enero. Ya me faltan apenas 5 kilillos para llegar al peso deseado. El próximo domingo empiezo Fase 3. ¿por qué? Porque ya toca y porque me voy de viaje a República Dominicana. Afortunadamente no es en un resort de todo incluido. Será con unos amigos haciendo la ruta por nuestra cuenta y alojándonos en su casa y por ahí. La pena es no haber tenido las vacaciones en septiembre... así ya habría bajado todo el peso. Pero bueno, simplemente espero no subir de peso y mantenerme ahí hasta que vuelva. La consulta con el médico la tengo el 9 de agosto, para no salirme mucho del plato ;).
Por cierto han proliferado los productos parecidos a Proteifine. Los de Biomanán Pro están muy bien, sobre todo las barritas de chocolate, que valen 6,5 euros 6 barritas (las de Proteifine cuestan 21 euros 7 barritas), y el postre de chocolate cuesta unos 15 euros igualmente, pero vienen 6 sobres y son de mayor cantidad, así que yo hago medio sobre a media mañana y medio sobre para merendar. Los de Siken Diet todavía no los he probado, pero bueno, salvo las tostadas Protipan, el resto de productos ya no los usaré a partir del domingo.
Que alguien invente unas tostadas como las de Proteifine, por favor! Que me salen 13 euros 10 tostadas!

martes, 1 de junio de 2010

30 kg en 4 meses y medio

Hoy no esperaba bajar casi 3 kilos. Me peso cada quince días y ayer por la noche me vino la regla. He tenido una semana muy estresante y encima no he podido salir a caminar por las mañanas. Todo apuntaba a que no bajaría mucho (yo esperaba como mucho 2 kilos). El caso es que al ir al médico y ver la báscula me animé muchísimo. Se disipó la ansiedad que he tenido esta semana, más por impaciencia que en sí por hambre... y me he dado cuenta de que puedo seguir con el mismo sistema que estos últimos quince días: verduras de Fase 2 con los 5 productos preceptivos, y el fin de semana Fase 2 también en la comida o la cena. Ya llevo 30 kilos en cuatro meses y medio. Mucho más y más rápido de lo que había imaginado. También he podido comprobar que las barritas de Decathlon de dieta proteica Aptonia son perfectamente válidas (y mucho más baratas), así como el batido Superprotein 88 de fresa que también venden en esta tienda y que mezclo con batido de soja y agua. Sólo me quedan 2,7 k para llegar a los 80 y pasar a Fase 2 definitiva. Tengo unas ganaaas!!!

martes, 18 de mayo de 2010

En fase mixta 1-2.... ya he perdido 27k

Hola a todos. Estas dos últimas semanas han sido un poco caóticas, no sólo por el ritmo de trabajo y estudios sino porque me he permitido hacer experimentos. Cuando he tenido que salir con alguien a comer o a cenar, he hecho Fase 2 (es decir, algún viernes, sábado y algún día entre semana). Después de 4 meses en Fase 1 y 25k digamos que me he premiado así. El resultado es que, pese a haberme pesado una hora después de comer, he perdido 2 kilos. Así que he acordado con mi médico que eso es lo que haré hasta bajar a 80 k. (me quedan 5 k apenas). La verdad es que para mí ya es algo poder comerme pollo a la plancha, pescadito, y ternera... sólo cuando voy a comer fuera.

Ayer me llegaron los productos y probé el puré de papas. No está mal para variar, aunque el puré de zanahoria y pollo está mejor... Pedí muchas tostadas... porque me he dado cuenta de que la 3a tostada del día me viene bien para por ejemplo completar la cena... y no estar ahí contando 2 x día y ya está.
Quiero ponerme muy en serio ahora (con ejercicio y eso) para conseguir bajar 3 kilos estas dos semanas. Quiero llegar definitivamente a Fase 2!!!

martes, 4 de mayo de 2010

Ya son 25... momento de echar el resto

Estas dos semanas han sido un poco atípicas por diversas razones. Una es que me dio una amigdalitis de caballo (aunque nunca he visto a un caballo afónico), y empecé tomando antibióticos, con el temor de si eso rompería mi cetosis. A las tres tomas, y viendo que la cosa no mejoraba, tuve que pincharme penicilina durante 4 días.
A eso se sumó que fui a Barcelona a ver a mi familia y que durante esos tres días podía hacer fase 2. Además del tema personal, que siempre vienen bien los mimitos familiares, también me levantó mucho el ánimo el plato de marisco a la plancha (navajas, gambas, un poco de pescado) que me pegué en un buftet wok con unas setas y espárragos trigueros. Y  la carne roxa a la piedra que me comí al día siguiente en el restaurante Alba Granados a medias con mi hermano y mi padre. A eso le sumé una parrillada de verduras y unas alcachofas fritas (ahí hice trampa). Al día siguiente comprobé la cetosis y todo seguía igual de bien.
Esta semana pasada ha sido de impás, con poco ejercicio por estar recuperándome de las amígdalas (y porque estoy perezosa, por qué no decirlo). Por eso cuando ayer me pesé y vi que había adelgazado 2,3 kg me llevé una alegría. Ahora estoy en 87,4 y hemos acordado con mi médico que seguiré en Fase 1 hasta los 80. Lo intentaré, aunque después de ese fin de semana de comida 'normal' tengo muchas ganas de pasar a Fase 2. Creo que es momento de echar el resto y llegar a ese objetivo cuanto antes. Los otros 10 kilos, hasta llegar a 70, no me importa perderlos en 4 meses. Pero quiero empezar cambio de fases ya en un peso seguro.Lo que sí voy a hacer es que si en algun momento me falla la voluntad o tengo tentaciones, algun fin de semana o en alguna comida fuera, no me voy a cortar en pedir un cacho de pescado o de carne, que al fin y al cabo he comprobado que pierdo igualmente. Ya os iré contando.

lunes, 19 de abril de 2010

23k! y bajando...

Hoy la verdad es que, al irme a pesar, esperaba más. Será porque no he parado de moverme: caminar, baloncesto, bicleta... pero el caso es que he bajado 2 kilos en 15 días y con eso ya llevo casi 23 en total, lo cual está muy bien. Lo más destacable es que he bajado 3 puntos porcentuales de grasa en esos 15 días y supongo que ahí es donde se nota lo del ejercicio.

El próximo viernes me voy a Barcelona a ver a mi familia y mi médico me ha autorizado a hacer fase 2 durante esos tres días. Creo recordar que eso implica poder sustituir un producto por una proteina animal (pescado o carne) o por la mañana o por la noche. Tengo muchas ganas de comer algo que se tenga que masticar largamente. ¿Podrán resistirlo mis dientes? ;)

martes, 6 de abril de 2010

21 kilos, el ecuador

Esta Semana Santa ha sido clave para mí. No me fui a ningún lado, sobre todo porque yo concibo los viajes también como experiencias gastronómicas y no es cuestión de ir a un viaje cargada con sobrecitos, barritas y productos varios. Pero lo cierto es que vinieron a visitarme familiares y eso también supuso poner a prueba mi fuerza de voluntad y me demostró que el aislamiento con esta dieta ayuda mucho. No es lo mismo mentalizarse para salir un día con tus amigos, yendo a un restaurante y pidiendo los pimientos a la plancha mientras sacas ahí disimuladamente una barrita, que hacer eso durante 5 días. Y más si encima tienes en la nevera alimentos que no puedes comer, porque claro a los demás no los vas a mandar al bar a desayunar.
En fin que superé la prueba, no sin alguna dificultad (hubo un día que me tuve que levantar de la mesa ante una pizza recién hecha). Y la recompensa, después también de varios pateos matutinos y visitas a la playa, es que ayer había perdido, de nuevo, 3,2 kg en dos semanas. Ya llevo 21 kilos perdidos en total en menos de tres meses... bueno 20,8 para ser más exactos, justo la mitad de lo que quiero perder. Ahora estoy en 91,7. Me haré mucha ilusión volver a estar en los 80.

martes, 23 de marzo de 2010

Ya llevo 17,5k en dos meses y poco... y un descubrimiento

Ayer me tocó pesarme de nuevo. Habían pasado 14 días desde la última vez. Mi médico se quedó flipado. Tuvo que preguntarle dos veces el peso a la enfermera, porque había bajado 3,6 k en ese tiempo. Y eso que ya llevo más de dos meses con la dieta. Lo cierto es que me he movido más, he caminado y bailado bastante y, por qué negarlo, que aquí nadie lo dice, he hecho bastante 'deporte de cama' :P  El caso es que ahora peso 94,9 y tengo muchas ganas de ver los ochenta por primera vez en muchos años.
Por otro lado, he hecho un descubrimiento recientemente. Había leído por ahí que la marca Aptonia de Decathlon tenía productos parecidos a Protèifine o Pronokal. El caso es que me dediqué a comparar la composición (índice de glúcidos, lípidos, etc.) y resultó que tenían la misma. Decathlon sólo tiene 3 tipos de producto: tortilla de champiñones y perejil, crema de verduras, y crema golosa de chocolate. La primera vez compré los productos (uno de cada) para probarlos, no fuera que el sabor fuera horrible. Pero no, se parecen mucho a los otros. Alterné esos productos con los de mi dieta oficial y seguía en cetosis. Y en vista de lo bien que me ha ido en estos últimos 14 días, ayer, ni corta ni perezosa, me fui a Decathlon y les dejé sin existencias. El caso es que he comprado como para 20 días (a 5 productos al día) y sólo me ha costado 86 euros... nada que ver con los 400-500 euros que te pueden salir los oficiales. Mi intención es irlos alternando, reservando para mi próximo pedido lo que por ejemplo es más difícil de encontrar en el mercado (tostadas, risotto, torsadines, otros sabores de purés, postres, batidos). He estado leyendo que los productos Aptonia que he comprado son de Fin de colección, es decir que, al menos en ese formato, no los van a fabricar más... e investigando un poco he visto que ampliarán la gama, incorporando risottos, couscous, puré de calabaza, crema de vainilla, crema de chocolate... aunque con esos habrá que hacer la misma investigación y compararlos con los otros. Seguiré informando.

jueves, 11 de marzo de 2010

No pisaba un restaurante desde enero...

Una de las cosas que más me cuestan con esta dieta es renunciar a parte de mi vida social. Con este régimen te das cuenta que la mayoría de los actos sociales de nuestra vida giran entorno a la comida. Salvo tomar café o tomar copas (en mi caso agua con gas con la rodaja de limón - gracias a la dietista que lo sugirió- ), todo lo demás parece reñido con este sistema.


Ayer también fue una gran prueba para mí. Venía mi amigo D. de Barcelona, a visitarme. No le veía desde hacía años y claro, cómo no, me dijo de quedar a comer. Con mis amigos cercanos siempre hubiera podido decir: oye, nos vemos mejor en el café. Pero a un amigo que hace años que no ves, decirle de tomar un café parece como que te lo quieres quitar de encima rápido. Así que no le dije nada de mi dieta. Le llevé a un restaurante, que era el primero que yo pisaba desde enero, y allí ya me destapé. Le expliqué al camarero que mi amigo era de fuera, qeu quería comer lo típico de aquí y pedí por él. Y le añadí que yo en cambio sólo podía comer verduras. Después de que negociara con el cocinero, me hicieron una parrillada de calabacines con pimientos verdes. Mi amigo comió papas arrugadas con mojo, rejos fritos, y solomillo a la ciruela. Después de comerme las verduras, saqué sin complejo mi barrita Proteifine me la comí. Pedimos sendas infusiones y a pasear un rato.

No fue tan difícil no? La verdad es que me sentí más tranquila, de cara sobre todo a otros compromisos que tengo pronto y que podré manejar así (siempre y cuando sea un restaurante de cocina variada... no valdrá en un mexicano, un japonés, un libanés o un chino). Así que bueno, aunque me obsesionaba lo de llegar a Fase II, intentaré, previa consulta con mi médico, prolongar la Fase I al máximo para perder cuanto más peso mejor.

martes, 9 de marzo de 2010

Semana de impás... pero ya he perdido 14,2 k

Por primera vez en muchos días me he pesado al cabo de una semana en mi médico (últimamente siempre estaba yendo cada 10-15 días). Ayer me vino la regla, así que la báscula reflejaba 1,300 menos, lo cual está muy bien. Pero claro, acostumbrada a los dos y pico o casi tres que me lucen más cada 15 días... El caso es que he hecho bastante ejercicio estos últimos días... caminata por la montaña, batuka, caminar por la avenida de mi ciudad... así que pienso seguir igual... Y llevo perdidos 14,2 k
Hoy lo he pasado mal porque en mi trabajo he tenido que estar en un cóctel. Canapés de salmón, caviar, jamón... croquetas de queso, espinacas, pollo... La verdad es que lo he pasado fatal y no he picado. Y lo peor no es que no te pasen la bandeja por delante. Lo peor es que yo organizaba el cóctel en mi trabajo. Así que tenía acceso a la zona de preparación... con todas las bandejas ahí preparadas... y lo que sobró.... pero he resistido. Ainnss... me hubiera zampado la bandeja de canapés... no porque tuviera hambre no, sino porque me encantan esas cosas, pura gula, puro vicio ;)

lunes, 1 de marzo de 2010

Un mes y medio: 13 kilos

Pues eso, que acabo de venir del médico y he perdido 3 kilos más en 12 días, así que ya llevo perdidos 13 en total, en un mes y medio, lo cual está muy muy bien.
El médico me ha dicho que cuando llegue a 90 k pasaré a Fase II, así que ése será mi objetivo a partir de ahora. Estoy muy contenta y esto me anima a seguir, sobre todo cuando haya momentos de desconsuelo. Cada vez falta menos.

miércoles, 17 de febrero de 2010

1 mes: 10,1 kg

Por fin he ido a pesarme. El día 15 se cumplía un mes desde que empecé la dieta. El resultado: 10,1 kg. Lo nunca visto. La verdad es que estoy muy contenta, he bajado mucho de grasa y me lo noto en el volumen y en la ropa. Y eso que estos días atrás no he podido salir a caminar porque llovía. Mi médico me ha citado para dentro de 15 días, cosa que prefiero porque así no me obsesiono tanto y luego también bajo más peso. Espero que la próxima vez ya pueda tener sólo 2 cifras. Para mí será algo muy importante, de gran carga simbólica y psicológica.


Ah, se me olvidó el otro día. Probé el gazpacho en sobre. Estaba preparadísima para que estuviera horrible, por lo que le piqué un poco de pimiento verde, le eché aceite virgen extra, un poco de limón, una pizca de sal maldon, un grisin a trocitos e incluso un poco de ajo espolvoreado. Bien, lo probé... y casi vomito puaj. Por qué a los franceses les da por hacer gazpacho? Que se dediquen a las omelettes y a las creppes, que es lo suyo. Mondieu, ça était terrible!!!

martes, 16 de febrero de 2010

Truquillos

Como habrán podido comprobar ya no cuento días, aunque bueno... ayer hizo un mes que estoy haciendo la dieta. Lo cierto es que debería haberme pesado la semana pasada pero mi médico no podía darme cita, así que hace casi 15 días que no me peso. Supongo que casi mejor, porque así lucirá más en la báscula cuando me pese mañana. Pero bueno, el post no iba de eso. Iba de dar trucos, que a mí me funcionan, para hacer las comidas más variadas o que, al menos, lo parezcan. Ahí van unos cuantos.

- Caldo. En lugar de usar agua, usa caldo de coliflor (para los salados claro: tortillas, crepps, sopas, purés, arroces).

- Risotto. He descubierto que si se deja el risotto en crudo en remojo con el caldo una hora antes, se queda mejor luego cuando le das calor en el microondas, como que se hincha más y se parece más al arroz.

- Bechamel. No me gusta la coliflor demasiado y siempre me daba pereza comerme la que había hervido para el caldo. El truco está en hacerle una especie de bechamel: un sobre de puré de puerros (protèifine), caldo de coliflor pero menos que lo que pone el sobre para un puré, un chorrito de leche de soja (de esa que no tiene ni azúcar ni nada) y un sobre de salsa carbonara (protèifine). Todo mezclado en la batidora. Colocas la coliflor ya hervida en una fuente de cristal y le echas la mezcla por encima. Lo pones 10 min a gratinar al horno... i voilà! Parece otra cosa.

- Para las endivias. A mí las endivias siempre me han parecido sosas, salvo con roquefort claro jeje. Así que lo que hago es coger un bol chiquitito, le echo un chorrito (una cucharadita de café) de leche de soja y la salsa carbonara... lo caliento al microondas... y ya tengo donde mojar las endivias.

Bueno... ésos son de momento. Si se me ocurren más ya los iré colgando.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Días 18, 19 y 20: 8 kilos en 20 días

Sí sí, ya sé que tengo esto un poco descuidado. Pero eso es porque he estado ocupada y, afortunadamente, con cosas no vinculadas a la dieta. Que no sea en lo primero que pienso al levantarme es ya un síntoma que más o menos me voy acostumbrando a la dinámica, ya no es algo que tengo que pensar tanto y tanto. Y supongo que no entrar aquí ha sido también otro síntoma. He pasado un fin de semana en el que he acudido a sobremesas (ahora soy la invitada de las sobremesas, salgo baratita baratita), he jugado al Singstar con mis amigos, he estudiado, he hecho de maruja y he caminado algo. Las lluvias de los dos últimos días han impedido que saliera a pasear por la mañana, pero lo he suplido con ejercicios de gimnasia de piernas y brazos (más vale eso que nada).
Y hoy he acudido al médico a pesarme por segunda vez. He bajado 2,800 k en 10 días. Y eso que estoy terminando con el periodo. Eso significa que, a falta de 100 gramos, he bajado un total de 8k en 20 días, lo que es un récord, la verdad. Para mí lo significativo será abandonar las 3 cifras y volver a pesar 2 (pronto, pronto).
En el foro de Protèifine una chica me preguntaba qué es lo que solía comer yo. Aunque la remití a este blog, le hice un pequeño resumen que también pego aquí, a quien pueda interesar. Ésta es mi rutina:
Suelo comer 3 tostadas por la mañana con un poco de aceite Ordesa (que 10 cucharadas son como 1 de aceite de oliva, aunque sólo se puede usar en crudo) con una infusión de té negro y rooibos con leche de soja (la de Mercadona natural sin aditivos está muy bien). A media mañana o dos galletas o una barrita o un diet up. Para comer suelo hacerme unas verduras al microondas con especias: brócoli con pimentón de la vera y ajo en polvo, calabacines en rodajas con curry o cúrcuma, ensaladas de lechugas variadas (rizada, rúcula, berros, romana); y también me hago salteados con poco aceite de espinacas y champiñones y alguna seta extra. Luego o bien me como un risotto (lo pongo en un bol con un poco de caldo de coliflor en el microondas) o bien una tortilla de jamón, que son las que más me gustan. A media tarde o un diet up o un postre (el de caramelo está rico). Y por la noche suelo comerme una ensalada, porque es más rápida de preparar, y una crema de champiñones o de verduras, que son las que más me gustan. A veces si he comido risotto al mediodía, como tortilla por la noche. Cuando me ha tocado ir a una fiesta intento ir ya cenada y siempre me llevo los snacks de queso encima, por si hay que vencer a la tentación. El sábado para comer siempre me reservo, acompañados de ensalada, unos Torsadines o una paella (mejor lo primero que lo segundo), teniendo en cuenta entonces que ese día no puedes ni comer galletas ni barritas. Lo que sí que hago muchas veces es que, si me quedo con un poco de sensación de hambre (sobre todo después de cenar) me como uno o dos grisines.

jueves, 28 de enero de 2010

Días 12 y 13: Ver - dura

No sé si es que me estoy pasando con los platos (aunque sigo en cetosis) pero el caso es que me estoy quedando sin reservas de verduras. Voy todos los sábados al mercado y compro un montón. Pero aun así, ya sólo me quedan calabacines y un triste pimiento en la nevera. Tengo en el congelador espinacas y brócoli, eso sí, pero alucino con lo rápido que se me termina todo. Sólo me queda una crema de champiñones y, la verdad, es que la estoy reservando como si fuera una joya, una delicatessen. El otro día se me ocurrió probar la crema de espárragos y picatostes y no sabía a nada (y eso que la hice con caldo de coliflor). No me quiero ni imaginar cómo será la crema de tomate o el gazpacho. Tienen pinta de estar chungas, no sé por qué. El caso es que se me van acabando las otras cosas y ahí van quedando ésas... ahí, olvidadas. Tarde o temprano me las tendré que comer, lo sé. Pero bueno, hay que probarlo todo para luego poder hacer un pedido con todo lo que me gusta. Por ejemplo, ayer me sorprendió el yogur de plátano y almendras, que estaban caramelizadas. Estaba muy rico y nunca se me hubiera ocurrido pedirlo (estaba en el surtido de postres de yogur que me pidió el médico). Vete a saber, con la misma el gazpacho de sobre me encanta (lo dudo :P ).

martes, 26 de enero de 2010

Día 11: La hora de la verdad


Han pasado 10 días y finalmente había llegado la hora de pesarse. Me fastidiaba tener hora a las 16.30 porque tendría que pesarme recién acabada de comer, y también estar en los días previos a la regla, cuando se supone que se retienen más líquidos y es más difícil que se refleje el peso perdido. El caso es que me pesé. Y había perdido... ¡¡¡ 5,100 kg!!! La verdad es que fue una sorpresa para mí. Esperaba bajar, pero no tanto. Mi médico estaba también muy contento, con una sonrisa de oreja a oreja. Sé que la próxima semana no bajaré tanto, pero lo importante es seguir haciéndolo bien, como lo estoy haciendo. :) 

domingo, 24 de enero de 2010

Días 8 , 9 y 10: Fin de semana de retos

El título elegido para este post no es nada exagerado, os lo aseguro. El viernes tenía una fiesta de cumpleaños de mi amigo E. Suponía toda una prueba de fuego para mí por la cuestión de la dieta. El primer reto fue que hice un bizcocho para llevar a la fiesta. A mí el dulce no me tienta especialmente y los ingredientes en crudo (harina, huevo, yogur, azúcar, levadura...) tampoco suponían un peligro. Lo hice y no hubo problema.
Luego me preparé bien para no pecar durante la fiesta con varios trucos: cenar en casa, comer Torsadines boloñesa que me encantan, comerme una buena cantidad de verduras que me dejasen saciada, y llevarme una bolsita de snacks de queso por si se alargaba la noche y me entraba el hambre.
Así lo hice. Primero, claro está me cociné un brócoli al microondas con lo habitual (pimentón de la vera, sal Maldon y un poco de aceite); luego me comí pimientos verdes con un toque de curry; y luego los torsadines. Al llegar a la fiesta la verdad es que estaba muy llena. Pero cuando pasó por delante de mí una bandeja de nachos con guacamole, nata, frijoles y carne molida casi me caigo de culo. Menos mal que en realidad no tenía hambre. Si no no sé si hubiera podido aguantar. En fin, que me pasé la noche alejada de la mesa, en la zona de los sofás. Se me hizo más duro, y nunca lo habría imaginado, no estar tomando algún refresco o algo que también me llenara. Al parecer no se puede tomar ni coca cola (light o de ningún tipo) ni bebidas con gas. Y claro... estar 3 horas en una fiesta bebiendo sólo agua deprime un poco. Pero bien, lo llevé dignamente. Los snacks de queso me supieron a gloria y me ayudaron a aguantar un poco más.
Al día siguiente, después de clase, pasé por el mercado. Compré coliflor, brócoli, calabacines, pimientos, champiñones, varios tipos de lechuga... y orégano y albahaca a granel. Esa tarde también tenía planes: a las 18.00 ir a ver el partido del Gran Canaria de Baloncesto, y luego a las 20.30 horas, acudir al concierto en el Auditorio de la London Philarmonic Orchestra, con una pianista de lujo, Mitsuko Uchida. Así que me llevé un tupper con unos creppes, que merendé en la media parte del encuentro, y una tortilla, por si se les ocurría a mis amigos ir a cenar y yo tenía que improvisar. El Granca ganó en un partido de infarto y el concierto estuvo muy bien, sobre todo por la solista japonesa. Al terminar mi amigo J. recibió una llamada de unos conocidos que estaban en una pizzería empezando a pedir para cenar. Me armé de valor y él y mi amiga M. me acompañaron al coche y allí me comí mi tortilla, acompañada de un par de grisines. De ahí llegamos a la pizzería y con la excusa de "yo ya he cenado", me pasé la cena tomando agua mientras ellos se compartían una ensalada de pollo, un carpaccio de buey, y dos pizzas que olían muy bien. Todavía no entiendo cómo pude aguantar eso. Intentaba mirar a los ojos de los de la mesa, evitar la mirada al plato de pizza, e intentaba llenarme con agua. Al salir del restaurante mis amigos querían ir a un concierto, en un bar de copas. Pero entre que estaba cansada y que me deprimía la idea de seguir más horas bebiendo agua y sólo agua, decidí irme a mi casa. Bastante había aguantado. Cuando llegué a casa lo primero que hice fue asaltar la bolsita de snacks de queso. Benditos sean.

Hoy domingo me levanté temprano y estuve haciendo caldo de coliflor para tenerlo para las creppes, los risottos y las tortillas, que así están más sabrosos.Desayuné mis tostadas y me comí, además de la coliflor hervida, un risotto de gambas que me quedó en su punto. Por la tarde me comí 6 snacks de queso porque me parecía muy pronto para merendar. Y la cena prevista es ensalada y luego una crema de champiñones, que me encanta.
Mañana lunes es el gran día. Tengo cita con el médico para pesarme. :S

jueves, 21 de enero de 2010

Día 6: Bienvenida Mrs. Cetosis


Ayer fue un día suavecito. Decidí tomarme las cosas con más calma e intentar no estresarme ni con la dieta ni con nada. Mi presión estaba bien. Le comenté a la ATS mi duda con lo de la pastilla de sodio y me recomendó que sólo me tomara la de la hora de la comida, porque por la noche se asimilaba más la sal. Me comí la ya habitual crema de cereales acompañada de una infusión de té negro y rooibos y llené con esa mezcla un termo de Starbucks que me regaló mi amiga A. A media mañana me tomé un Diet Up, que no se mezcló demasiado bien (tendré que hacer gimnasia de brazos o algo...) y aguanté bien hasta la hora de comer. Ahí me esperaba un brócoli al microondas con sal Maldon y pimentón de la Vera (como en la próxima visita mi médico me diga que no lo puedo usar me da algo), y una creppe de jamón, a la que, en lugar de ponerle agua, le puse caldo de brócoli que tenía hecho ya en la nevera. La verdad es que me supo. Y me decidí a comprobar, por fin, si ya estaba en cetosis. Compré Antiracetona, que viene con 50 tiras para medirla en la orina. Esperé 15 segundos y..... Siiiiii!!! Según el color que indicaba en las instrucciones, era un nivel máximo de cetosis. Así que me sentí muy bien, sobre todo por saber que al menos lo estaba haciendo todo bien.
Después de la buena noticia me dediqué a estudiar francés ya que tengo un examen mañana. Antes de irme al trabajo de nuevo me comí para merendar un postre de yogur de pera straciattella (qué manía con lo italiano) que estaba bastante, bastante... repugnante. Era muuuy dulce, empalagoso. Puaj puaj. Salí a las 22.00 de trabajar y una vez en casa me preparé un risotto de gambas (muy rico) y una ensalada de lechuga romana. Al aliñar la ensalada no sé qué pasó que me equivoqué y cogí el vinagre de arroz que uso para platos japoneses. ¡Horroooor! no me tocó más remedio, por si acaso, que volver a poner la lechuga en el colador y lavarla bien otra vez. La verdad es que tenía bastante hambre, porque era ya muy tarde (habían pasado 4 horas desde que había comido algo) y disfruté la lechuga como si de un manjar se tratara.

miércoles, 20 de enero de 2010

Días 4 y 5: sodio, sal, hipertensión?


El lunes fue bastante cómodo. Me levanté pronto para ir a la clínica a hacer la ecografía abdominal. Todo bien, "la vesícula limpita", dijo el médico. Caminé un rato después de eso y me fui al trabajo. Por la noche probé la crema de champiñones, que está muy rica y muy bien conseguida.
El problema vino el martes. Resulta que yo tenía una reunión a las 9 de la mañana y me puse el despertador a las 7.10 para que me diera tiempo a caminar, desayunar y prepararme con tiempo. El despertador sonó, lo apagué y me desperté enseguida (o eso pensé yo). Al mirar el reloj de la cocina vi las 7.15. Me puse mi ropa de deporte y me fui a caminar de nuevo. A mitad de camino fue cuando vi uno de esos relojes grandes, en medio de una rotonda. Las 8.18 ponía. Pensé, ilusa de mí, que estaba equivocado. Y seguí caminando como si nada. Lo cierto es que el sol estaba ya asomando, lo que me extrañó por la hora que supuestamente era. Otro reloj de esos me sacó de mi equívoco. Eran las 8.25. Y entonces fue cuando me puse a caminar como una moto, o como un velocista, lo que sea. Pregunté la hora a unas señoras para reconfirmar y, sí, efectivamente. Tuve que correr a toda leche para llegar a mi casa a las 9.40, ducharme, vestirme y desayunar rápido, llenarme el termo con la infusión de té negro y rooibos, y avisé por teléfono a los de la reunión para que supieran que llegaba tarde. Llegué al sitio a las 9.12. Sudé la gota gorda durante todo el encuentro y luego me fui al trabajo. Una vez allí, dejé pasar media hora y me comí dos galletas con un poco de infusión. Y entonces fue cuando empecé a marearme.
Después de pasar un rato y, al ver que no se me quitaba el mareo, fui al servicio médico de mi trabajo. La ATS me tomó la tensión y se le pusieron los ojos como platos. "No te voy a decir cómo la tienes, te estás aquí un momento secuestrada", me dijo. Pasaron apenas 5 minutos y me tomó la tensión de nuevo en los dos brazos. Tenía 12 8, perfectamente normal. En 5 minutos había pasado de "17 11" a 12 8. "Es increíble", aseguró ella. Diagnóstico: estrés, estrés y estrés.
Estaba claro que no podía forzar la máquina. Y me asaltaron las dudas. ¿Qué hacía con las pastillas de sodio? Se supone que el sodio, la sal, sube la tensión. Intenté localizar a mi médico y hasta que no me puse un poco borde con las de la clínica y les conté lo de la hipertensión, no hubo manera. Finalmente él me llamó. Le comenté el tema, se quedó preocupado. Le pregunté si debía reducir las pastillas de sodio (2 al día me estoy tomando) y me dijo que sí. Igualmente aproveché para consultarle algunas otras cosas y, al final de la conversación, le volví a decir: "entonces me tomo o no me tomo las pastillas de sodio?". Y me dijo: "sigue tomándotelas y reduce la sal en las comidas". ¿? Me quedé en 33. No se supone que el sodio es sal? No es más lógico que me quite alguna de las pastillas y que yo siga poniendo la poca sal que pongo en las verduras que me como todos los días? Como siempre he acudido a internet y, claro, la confusión es todavía mayor. También me dijo que el curry subía la tensión, y en una página lo recomiendan como sustitutivo de la sal para la gente hipertensa. En fin, que no sé qué pensar. Yo soy consciente de que es el estrés y los nervios (trabajo, clases, exámenes, reuniones, ejercicio, dieta) lo que ha hecho que me suba la tensión. Pero no entiendo del todo por qué sí debo tomar 2 pastillas de sodio y en cambio reducir la sal en la comida (que además uso sal marina, sal Maldon para más datos). Si hay algún médico por ahí se agradecería la aclaración.
P.D. Ya me han pedido las tostadas.. Allelluyahhh

domingo, 17 de enero de 2010

Días 2 y 3: La vida pendiendo de... una sartén


El sábado me levanté bastante animada, con hambre pero sin mucha ansiedad. Me hice de nuevo la crema de cereales y el té con leche. Me fui a clase de japonés y, para el intermedio, me comí 6 grisines. A media mañana me empezó a doler un poco la cabeza y me mareé un poquito. Me tomé un efferalgan y, aparentemente, se me quitó todo. Fui andando de clase a mi casa y pasé por el mercado, comprando provisiones de las verduras permitidas (apio, brócoli, col verde, espinacas, acelgas, calabacines, champiñones, berros, pimiento verde y lechugas). Una vez en la cocina, me preparé los Torsadines boloñesa que estaban muy ricos, acompañados de una ensalada variada con lechuga romana, rizada, berros, pimiento verde y un champiñón fresco. Todo aliñado con una vinagreta de aceite de oliva virgen extra, el jugo de medio limón, una cucharada de vinagre de vino blanco y sal. Disfruté un montón comiendo e incluso me entró sueño.
Por la tarde fui a dar una vuelta y a comprar con mis amigos J. y Y. En Carrefour conseguí una sartén antiadherente Magefesa por sólo 4,5 euros! Por fin podría hacer los creppes sin que se pegaran! Pero al pasar por la panadería y delante de las empanadas, mi apetito visual se despertó... y tuve que dar media vuelta. Mi amigo J. estaba empeñado en comprar fruta y no sé qué más.. y yo me negué a acompañarle. Me refugié en un pasillo donde estaban las máquinas de gimnasia (qué ironía) y me senté en una de ellas. Abrí mi bolso y saqué dos galletas, una de almendra y otra de naranja (mejor la segunda que la primera). Me calmé y me quedé bastante saciada.
Pero parece que no lo suficiente, porque le solté una buena a mi amiga Y., que estaba colocando la famosa sartén en el carro... Mi temor a que se rayara me hizo decir: cuidado que no se raye! (de eso dependía mi supervivencia) . Y claro, se lo tomó mal porque, al fin y al cabo, no iba a pasarle un tenedor... eso desembocó en una discusión idiota, que aderezada con mi irritabilidad me hizo plantearme si realmente debería haber salido de casa. Afortunadamente la cosa se calmó y fuimos a tomar algo... Yo me tomé un rooibos con aroma a yogurt y caléndula... y al final llegué a casa a las 22.00 y, lo curioso, es que no tenía hambre. Igualmente volví a repetir los calabacines con cúrcuma y me hice 3 creppes sabor jamón!! No se pegó ninguna...
Hoy domingo he probado el postre de yogur como desayuno... y... prefiero la crema de cereales, la verdad. A media mañana, mientras arreglaba la cocina, que estaba hecha un desastre después de tantos experimentos culinarios, me tomé un Diet Up de vainilla que no estaba mal. Aproveché para hervir brócoli y guardar el caldo.
Para almorzar, y después de dejar mi casa entera como los chorros del oro, comí brócoli con un poco de ajo en polvo y pimentón de la Vera (ése que sabe a chorizo... ya que estamos comiendo sucedáneos... pues yo aporto los míos). Luego una tortilla de jamón muy rica (que tampoco se pegó). A media tarde me comí otra tortilla, ésta paisana. Y me fui con unos amigos a tomar algo. Primero rooibos y luego menta poleo. Ahí me sentí un poco débil... de ánimo más que nada. Me cuesta pensar que no voy a comer ciertas cosas en mucho tiempo... y eso que estoy mentalizada.
Al llegar a casa, me preparé la cena.Me tomé una tacita de caldo de brócoli, calabacines con cúrcuma, y risotto con pollo a la provenzal. Este risotto sí estaba aparente. Lo apuntaré en mi próximo pedido. Ah, por cierto, cuando digo risotto imagínense un vasito como los de Brillante pero con una pasta de sémola con forma de granos de arroz. Lo que pasa es que al decirlo en italiano... parece que tiene que ser la hostia.
El caso es que ahora, frente al ordenador, tengo una sensación de vacío de estómago tremenda... A ver cuándo llega la maldita cetosis, que se supone que tiene que calmarme el hambre.

viernes, 15 de enero de 2010

Día 1: Organizándome y haciéndome a la idea

Buenas. Este pretende ser un blog diario en el que contaré mis experiencias con la dieta cetogénica proteica, en concreto la de la marca Protèifine. Sé que hay foros donde la gente comenta sus cosas, pero yo he preferido hacerlo así por si le es de utilidad a alguien y también, por qué negarlo, para animarme a seguir haciéndolo.

Mi historial con las dietas se remonta a los 15 años cuando con 73 kg y 1,68 de altura empecé mi primer régimen. La verdad es que, si llego a saberlo, no hubiera empezado. Ése fue el inicio de mi ansiedad por comer, ante la privación o limitación que imponía esa primera dieta. Sí es cierto que siempre he sido de comer cantidad y de picar también, sobre todo por aburrimiento. Pero la verdad es que en esa época yo me veía gorda, estaba acomplejada, y creía que mi autoestima dependía exclusivamente de mi peso.

Han pasado 19 años y sigo midiendo 1,68 pero peso 112,5 kg. He probado dietas hipocalóricas, disociativas, de todo un poco. Las cetogénicas las había probado pero al estilo Montignac, con demasiado abuso de las grasas y las proteínas animales. Hace un tiempo alguien me habló de un sistema, también basado en la dieta cetogénica, pero con unos sobrecitos para hacerse unas creppes. Investigando, investigando, comparé las diferentes opciones que me ofrecía el mercado y al final me decidi por Protèifine.

Después de ir al médico, hacerme analítica completa de sangre, hormonas, orina, e incluso un electrocardiograma, hoy comencé con la famosa dieta. Para empezar mi doctor, que tiene que autorizar el pedido que yo luego hago a la marca por teléfono, se olvidó de pedirme las tostadas, algo que para mí es básico. Noy soy de dulces, para bien o para mal, y para mí desayunar salado es algo habitual.

Pues bien, ante este despiste de mi médico, y después de haber caminado a toda leche por la avenida marítima de mi ciudad durante 40 minutos, hoy me ha tocado desayunar una especie de crema de cereales que, aunque no estaba mal, tenía un punto demasiado dulce, para mi gusto. Eso acompañado de un té con una leche en sobre que, a mi parecer, tiene más glúcidos que la leche de soja que yo suelo tomar (cosa que le voy a comentar al doctor, por cierto, ya que los productitos en cuestión son bastante caros).

A media mañana me he comido dos galletas de almendras que bueno, pse, si te gustan las galletas con la misma te puedes llegar a creer que lo son. Me ha costado llegar al almuerzo sin notar un vacío en el estómago. He aguantado estoicamente y me he cocinado pimiento verde con champiñones y una creppe de bacon y queso que, aunque tenía buena pinta, se me ha pegado en la sartén. Usar tan sólo una cucharada de aceite al día tiene esas cosas. Y si encima tienes una mierda de sartén como la mía, todavía más (otra tarea: comprar nueva sartén antiadherente, de superteflón).

A media tarde me he tomado un Diet Up, una especie de batido, que estaba rico. Pero he tenido que aguantar hasta las 22.00 para poder cenar. Me he preparado 2 calabacines al microondas con cúrcuma y una pizca de sal, y luego un supuesto risotto de champiñones que, si no llego a mezclar con setas de verdad me hubiera parecido que comía pienso :P

Me he ido a la cama con cierto mareo. Pero un capítulo de Heroes me ha ayudado en pensar en otras cosas y finalmente, me he dormido. Ya veremos qué tal mañana.